Criaturas fantásticas 3
Semptimüs
Septimüs es el habitual troll nocturno. Se mueve silenciosa y sigilosamente por los jardines ajenos y por debajo de los puentes cuando las estrellas y la luna están ocultas por las nubes y la oscuridad de la noche es negrísima.
Es una criatura horripilante y su visión resulta aterradora, o mejor dicho, lo sería si alguien consiguiera verlo, pero es tan silencioso y tan sigiloso, y sus apariciones son tan breves, que nadie sabe nunca si ha estado o no allí, y eso es lo más preocupante de todo.
Brian Fround y Terry Jones. De: "Guía Práctica de los Goblins. Manual ilustrado de goblinología." (2000). Barcelona: Editorial Montena.
Las selkies
En los mares que circundan Orkey y Shetlandia, se albergan las tímidas Selkies o hadas -focas (que en Irlanda tienen el nombre de Roane). Una Selkie puede desprenderse de su piel de foca y llegar a tierra convertida en una preciosa doncella.
Si un ser humano logra apoderarse de esa piel, la Selkie puede verse obligada a convertirse en una excelente, aunque melancólica, esposa. Sin embargo, si ella llegase a encontrar su piel, inmediatamente se volvería al mar, dejando al marido languidecer y morir.Los machos desencadenan tormentas y vuelcan barcas para vengarse de la matanza sin razón de las focas.
Brian Froud y Alan Lee. De: "Hadas". (1997). Toledo: Editorial Montena.
El dragón
Una gruesa y alta serpiente con garras y alas es quizá la descripción más fiel del dragón. Puede ser negro, pero conviene que también sea resplandeciente; asimismo suele exigirse que exhale bocanadas de fuego y de humo.
En el Occidente el dragón siempre fue concebido como malvado. Una de las hazañas clásicas de los héroes era vencerlo y matarlo. En las leyendas germánicas, el dragón custodia objetos preciosos. En el dragón están la serpiente y el pájaro, los elementos de la tierra y el aire.
El dragón chino, el lung, es uno de los cuatro animales mágicos. (Los otros son el unicornio, el fénix y la tortuga.) El dragón occidental es aterrador; el lung, en cambio, tiene divinidad y es como un ángel que fuera también un león. El dragón chino tiene cuernos, garras y escamas, y su espinazo está como erizado de púas. Es habitual representarlo con una perla, que suele tragar o escupir; en esa perla está su poder. Es inofensivo si se la quitan.
Jorge Luis Borges y Margarita Guerrero. "El libro de los seres imaginarios". Fragmento adaptado.
Colacuerno Húngaro
Considerado el más peligroso de todos los dragones, el colacuerno húngaro tiene escamas negras, y su cuerpo recuerda el de un lagarto. Tiene ojos amarillos, cuernos broncíneos y pinchos de un color similar que surgen de su larga cola. El colacuerno posee una de las llamas de mayor alcance (más de quince metros). Sus huevos son de color cemento y de una cáscara particularmente dura; las crías se abren camino utilizando sus colas, ya que tienen los pinchos bien desarrollados al nacer. Se alimentan de cabras, ovejas y, siempre que es posible, de humanos.
J.K. Rowling. "Animales fantásticos y dónde encontrarlos".
Dragón
El dragón se trata de un monstruo de aguda visión. Vigilante y de veloces reacciones, tremendo en sus ataques, es siempre un monstruo que combate y al que se combate; en su carácter de representante del mal, es enfrentado por héroes y santos; en su carácter de guardián de tesoros, la lucha contra él es la culminación de infinitas aventuras.
Los dragones guardan muchos sitios sagrados. A menudo el dragón duerme sobre los tesoros que custodia y, si no es perturbado, estas siestas pueden durar muchos años. Se dice que los dragones de Mauritania pueden llegar a medir ochenta metros y que, si nadie aparece para tratar de robar sus riquezas, duermen tanto tiempo que crece hierba y aún arbustos sobre ellos.
El dragón no tiene reparos en expresar su pésimo carácter, escupe fuego, grita y corre sobre sus patas traseras extendiendo las alas, atropellando violenta y rudamente las buenas costumbres y la propiedad.
Daniel Samoilovich. "El libro de los seres alados". Fragmento adaptado.
Dragones
Hay infinitas leyendas de dragones, de oriente y de occidente. Pero de todo lo que se cuenta de estos seres, lo más raro es una tradición china que explica la inmortalidad de los dragones: Y es así: no se puede matar a un dragón, porque para matarlo hay que verlo. Y solo puede ver a un dragón quien lo ama. Pero quien lo ama no va a matarlo, de manera que el dragón es inmortal.
Pablo De Santis. "Transilvania express: guía de vampiros y de monstruos".